Cuando comienzas a definir los aspectos del alojamiento de sitios web, porque decidiste (o estás pensando) iniciar un blog o un sitio web desde cero, deseo que te ocurra algo: que tomes conciencia de la maravilla y complejidad de eso que, casi sin entender del todo, llamamos «la web» o «internet».
Eso que para muchos forma parte cotidiana de nuestra existencia, nuestro día a día, es un sistema de una complejidad y vastedad, que cuando ahora mismo lo pienso, me sobrepasa.
El web hosting, o alojamiento web, es una industria gigante, con centenares de miles de pequeñas, medianas y grandes empresas brindando sus servicios, repartidas en todo el planeta.
Y moviendo cifras siderales en conceptos relacionados con el alojamiento web:
Y muchas personas, empresas e industrias de todo el planeta se encuentran iniciándose en un nuevo y extraño mundo tecnológico que nunca antes habían explorado.
Puede ser confuso e intimidante al principio (y para mí, en muchos aspectos, todavía lo es), y muchas personas nunca comprenden del todo que es el hosting, qué puede hacer por ellos o cómo les afecta.
En esta publicación, entonces, comienzo por explicar la definición de hosting, comparando cada aspecto del mismo con cosas que ya conoces y entiendes en el mundo real.
Y quiero comenzar por aclarar algo de su confusa terminología.
Significado de hosting
Se pueden usar muchos términos diferentes para describir que es el hosting o el alojamiento web, como los siguientes:
Los diferentes nombres (y hay muchos más) pueden ser muy confusos al principio. Sin embargo, con la excepción de «sitio web alojado» o «Blog alojado» o «e-commerce alojado», todos los demás significan que tienes el control total y completo de cómo tu sitio web puede ser creado y llegar a millones de visitantes de todo el mundo.
En el caso de un sitio web alojado, un blog alojado, o una tienda online alojada (todos son sinónimos del mismo tipo de hosting) ese servicio de alojamiento web y todas las funciones relacionadas con él, son realizadas de otras formas, y por otras empresas.
Todo lo que recibes es la facilidad de crear tu sitio mediante unas pocas y sencillas configuraciones, pero, sin ningún acceso a las poderosas herramientas que simplifican ese trabajo.
Básicamente ellos tienen una «plantilla maestra» y tu creas una copia o un «duplicado» de esa plantilla y, posteriormente, la vas modificando para hacer que tu sitio sea y se vea único. Pero no lo creaste desde cero, porque, repito, usaste su «plantilla».
Esto tiene sus ventajas y desventajas. La mayor ventaja es que no tienes que preocuparte por ninguna de las funciones técnicas en segundo plano detrás de tu sitio, que son las que enfrentamos quienes creamos nuestros sitios web en un servicio de alojamiento web; solo tienes que hacer todas las cosas divertidas.
La desventaja de un sitio, blog o e-commerce alojado es que estás restringido por tu proveedor en lo que puedes hacer, de muchas maneras. Shopify es un ejemplo perfecto de ese tipo de servicio.
No critico ni juzgo negativamente esta metodología, solo la describo. Las propias cifras del éxito de sistemas como Shopify y otros, explican por sí solas la ventaja que, para millones de sus clientes y usuarios, representa este tipo de sistemas.
Si comienzas con tu sitio web alojado, ya sea como afiliado o como usuario «común» usando sistemas de alojamiento web y dominio como los que te acabo de describir, lo más probable es que después de más o menos un año, o quizás un poco más, descubras que los límites y restricciones impuestos por ese tipo de servicio de alojamiento web, hagan que sea demasiado difícil para tu sitio de afiliado expandirse de la manera que deseas. Este es el momento de pasar al «auto alojamiento» o comúnmente conocido como el tradicional «hosting».
Host para página web
Para que cualquier sitio web esté disponible para su visualización en la Web, tiene que estar en una computadora que esté conectada a Internet.
La computadora en la que se encuentra tu sitio, técnicamente es un servidor, pero se la conoce como host para páginas web, abreviado simplemente como «host».
El host puede ser cualquier computadora, en cualquier parte del mundo. La computadora de tu casa puede brindarte hospedaje web, si lo deseas.
También puedes usar una computadora en tu oficina, en un almacén o incluso en un sótano, como alojamiento de un sitio web. Todo lo que necesitas para llevar adelante el hosting de páginas web son estas tres cosas:
Cada smartphone, Tablet, Laptop, Smart TV o cualquier dispositivo conectado a Internet tiene una dirección IP. Esta dirección IP es única para cada dispositivo, y permite que esos dispositivos conectados a Internet encuentren tu sitio web.
Esa dirección IP es tan única como puede serlo la ubicación física de tu casa:
La mayoría de las casas e incluso algunos negocios tienen una dirección IP asignada dinámicamente, lo que significa que su proveedor de servicios de Internet (el ISP) le asigna a la persona o negocio una dirección IP diferente cada vez que, desde cualquier dispositivo, se conecta a Internet. La dirección IP puede ser diferente para cada conexión y para cada dispositivo.
Para que un sitio sea encontrado fácilmente online, debe tener siempre la misma dirección IP, que se denomina «dirección IP dedicada».
Piensa en ello como si te hubieran invitado a una fiesta: tu eres uno de los invitados (o visitantes), y la persona en cuya casa se está llevando a cabo la fiesta se llama «anfitrión» (que, no casualmente, en inglés se denomina «host»).
De la misma manera, la «computadora» (en realidad, el servidor) en el que se alojan los archivos que componen tu sitio web, es el «host» (el anfitrión) de tu sitio web.
Esos proveedores de hosting tienen una dirección, que es como puedes encontrar la forma de llegar a la fiesta. Del mismo modo, tu proveedor de alojamiento web tiene una dirección, que es la forma en que las personas, usando en sus dispositivos los navegadores como Google Chrome, Firefox etc., encuentran tu sitio web.
La sigla IP, en el término dirección IP, significa Protocolo de Internet. La versión anterior era el Protocolo de Internet versión 4 (IPv4), que tiene direcciones numéricas en el formato xxx.xxx.xxx.xxx. Hay aproximadamente 4.290 millones de combinaciones posibles y, por lo tanto, 4.290 millones de direcciones posibles.
El problema con eso, sin embargo, es que cada dispositivo requiere su propia dirección. Hay tantos dispositivos conectados a Internet que, en la semana del 3 de febrero de 2011, se entregó el último bloque de direcciones disponibles (de un total de 33 millones) a la organización encargada de asignar IP’s, en Asia, que ya, obviamente, las agotó todas.
Y, el 6 de junio de 2012 a las 00:00 GMT, se llevó a cabo el Lanzamiento Mundial de IPv6, cuando los principales proveedores de servicios de Internet y Compañías web (AT&T, Cisco, Comcast, Facebook, Google, Microsoft Bing, Yahoo!, etc.) habilitaron permanentemente IPv6 en sus productos y servicios.
Podrías tener tu propia dirección IP dedicada en tu casa y alojar tu sitio en tu propia computadora, para tener un hosting web barato, pero ¿qué sucede cuando se corta la energía, se cae tu conexión a Internet o necesitas reiniciar tu computadora?
De repente, tu sitio web no estaría disponible para que nadie lo viera, lo cual sería malo.
Imagina que cada sitio web que visitas estuviera en una casa diferente. ¿No sería molesto si no pudieras llegar a Google.com porque la casa en la que se encuentra la computadora que aloja los servicios de Google, tiene un corte de energía?
¿O qué pasaría si no pudieras abrir Amazon.com porque estaba en una computadora en la casa de otra persona y las conexiones, por la razón que sea, se cayeron?
Internet sería un lugar horrible si ese fuera el caso. Los sitios estarían constantemente online y offline, subiendo y bajando como yo-yos, y nunca podrías confiar en que un sitio esté disponible cuando quieras visitarlo.
La solución a este problema son los servidores de páginas web, «servidores» abreviado, que como su nombre indica, son máquinas dedicadas, que existen únicamente para «servir» (entregar) sitios web a quienes los soliciten, es decir: quien quiera verlos.
Los servidores están ubicados en edificios llamados «Centros de Datos» (Data Center), que se construyen específicamente para albergar servidores de páginas web. Los centros de datos tienen todo tipo de sistemas de respaldo y generadores para garantizar que todo siga funcionando sin problemas.
Tienen conexiones a Internet provenientes de múltiples compañías diferentes, por lo que, si una o más se caen, siempre hay otras para cubrir el bache temporal. Tienen una gran cantidad de otras características de seguridad, todas con el objetivo de hacer que tu hosting de páginas web esté disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana.
Estos servidores de páginas web pueden alojar varios sitios web, dependiendo del tamaño de los sitios. Esto se denomina de varias maneras:
pero en todos los casos, se refieren a lo mismo.
Algunos servidores de hosting, sin embargo, están asignados solo a un sitio o a un pequeño número de sitios que pertenecen a una persona u organización. Estos se denominan «Servidores dedicados».
Eso es todo lo que es y lo que implica el alojamiento web: es simplemente tener espacio en línea para albergar tu sitio web y «servirlo» a cualquier visitante que lo venga a buscar.
Si quieres conocer las ventajas y desventajas de los diferentes hostings gratuitos o de pago, en esta publicación te doy mi visión, basada en años de experiencia con mis sitios web:
Ahora que ya sabes qué es el hosting, te voy a explicar en términos sencillos cuáles son algunas de sus principales funciones y cómo se relacionan con un sitio web.
Un sitio web como empresa o negocio
Para ayudarte a comprender las diferentes funciones involucradas, divido en partes más pequeñas y asimilables el concepto de alojamiento web tratando de usar analogías del día a día, para que se puedan comprender fácilmente.
Esto te ayudará a ver rápida y fácilmente qué funciones cumplen cada una y cuándo son necesarias.
Incluso si no tienes la intención de tener un sitio web o un blog para promocionar los productos o servicios de los que quieres que otras personas se beneficien, piensa en un sitio web como una empresa, y los visitantes de tu sitio, como clientes de esa empresa.
La analogía funciona igual de bien, ya sea que pienses en vender algo o lo hagas por pura filantropía.
Un blog (como por ejemplo este) es solo un sitio web diseñado para actualizarse fácilmente con nuevas publicaciones. En esta publicación que estás leyendo, utilizo principalmente el término «sitio web» para referirme a los blogs.
Imagina que estás abriendo una nueva tienda. Para abrir tu tienda, necesitas cuatro cosas:
Si falta alguno de esos ítems esenciales, tu negocio no podría funcionar como un negocio, por lo que debes, como mínimo, tener todas esas cosas en su lugar.
Lo mismo ocurre con un sitio web. Para iniciar un sitio web, necesitas, sí o sí, lo siguiente:
Sin esos cuatro elementos básicos, no puedes poner en marcha tu sitio web.
En tu tienda hipotética, es posible (más bien, es necesario) que también desees contar con los siguientes servicios:
Estas cosas también están disponibles para tu sitio web. La seguridad y el marketing se explican por sí mismas, pero los otros conceptos en una tienda física se traducen en las siguientes cosas en un sitio web:
FTP significa Protocolo de transferencia de Archivos. La mayoría de las personas no se dan cuenta de que el «https» al principio de una dirección web significa Protocolo de Transferencia de Hipertexto Seguro. La diferencia entre «https» y «ftp» es que cuando se especifica «https», la computadora sabe que deseas abrir el archivo y mostrar (en una pantalla) lo que hay dentro de él. Cuando utilizas «ftp», el equipo sabe que solo deseas transferir (mover) el o los archivos desde un lugar (tu computadora, por ejemplo) a otra ubicación (el servidor web) en lugar de mostrarlos en una pantalla.
¿Qué es un dominio en una página web?
Cuando abres una tienda en el mundo real, el nombre no es lo primero que necesitas. Obviamente ayuda e ilusiona el tener el nombre primero, pero no es esencial. Sin embargo, en el mundo del alojamiento web, el nombre del sitio, conocido como «Nombre de dominio», es lo primero que debes decidir.
No puedes comprar alojamiento y comenzar a diseñar tu sitio hasta que hayas decidido un nombre y hayas adquirido ese nombre de dominio.
Buscar proveedores de hosting adecuados
Como expliqué anteriormente, debes imaginar tu sitio web como un negocio, independientemente de si realmente estás vendiendo algo.
Recuerda que, en esta analogía, tu alojamiento de páginas web es como un edificio en el que se encuentra tu tienda, y tu sitio web es la decoración, los productos y todo lo demás que va dentro de la tienda.
Cuando abres una tienda por primera vez, debes encontrar un espacio en un edificio, que puedas alquilar en una buena ubicación, al precio correcto.
Es posible que lo desees en el lujoso y exclusivo centro comercial principal de tu zona, pero eso tiene sus inconvenientes porque entonces estás restringido por los horarios de apertura del centro comercial, y por sus reglas y permisos sobre lo que puedes, no puedes, y tienes que hacer.
O, es posible que desees alquilar alguna propiedad en un centro comercial menos glamoroso, pero también con menos restricciones. Tendrás más libertad, pero todavía estarás algo restringido.
Ahora, si alquilas un terreno, eres libre de hacer lo que quieras en él (siempre dentro de los límites que el municipio te permita).
Contratar hospedaje web es lo mismo. Puedes optar por un sitio web alojado como se describió anteriormente, en el caso de Shopify, pero un sitio alojado es como estar en un centro comercial. Dependiendo de tu rubro/nicho y de tus necesidades a futuro, la cantidad de restricciones podría superar los beneficios con el correr del tiempo.
Puedes ubicar tu sitio en el equivalente de alojamiento web de un centro comercial más pequeño y con menos restricciones (un servidor compartido) como la imagen de arriba.
Allí, eres bastante libre de hacer lo que quieras, pero estás compartiendo el espacio con posiblemente cientos de otros sitios, y algunas cosas que hagas podrían afectar a tus vecinos (y viceversa).
La última opción es alquilar tu propio servidor. Al igual que alquilar tu propia parcela de tierra, nadie puede decirte lo que puedes y no puedes hacer en tu propio servidor.
Pero por favor, no vayas a creer que debes empezar a ser demasiado grande demasiado rápido desde el principio; tus necesidades de alojamiento web pueden crecer poco a poco, junto con tu sitio web. A menos que sepas que recibirás miles de visitantes desde el principio, no necesitas un alojamiento de primera línea desde el principio.
Con una tienda física, no solo tienes que encontrar la ubicación correcta, sino que (a menos que compres el terreno) debes asegurarte de tener un propietario con el que puedas llegar a un acuerdo.
El propietario te alquila el edificio y es responsable de la estructura física del edificio. Es su responsabilidad asegurarse de que las paredes, cañerías y demás partes de la estructura, estén sanas y que el techo no se derrumbe sobre tu cabeza, pero más allá de eso, todo depende de ti.
Si uno de tus estantes o soportes de exhibición de productos se rompe, no es responsabilidad del propietario. Es tuya.
Lo mismo es cierto con tu hosting. La empresa de servicio de alojamiento web a la que le pagas por el alojamiento de un sitio web, te alquila espacio en una computadora conectada a Internet.
Es responsabilidad del proveedor de alojamiento web asegurarse de que la computadora siga funcionando y que la conexión a Internet permanezca activa, pero más allá de eso, todo depende de ti.
La mayoría de los propietarios de tiendas solo se comunican con los dueños del local para pagar el alquiler o para decirles cuando hay un problema con el edificio.
Del mismo modo, los propietarios de sitios web solo necesitan ponerse en contacto con la empresa de alojamiento web para pagar el cargo de alojamiento o para informar que el servidor parece no estar funcionando correctamente.
Averigua qué tan buenos son los proveedores de hosting que planeas contratar, en otras palabras, qué tan bueno es el servicio, el tiempo de respuesta, la comunicación y el soporte técnico.
El personal adecuado
Antes de pagar por el alojamiento de páginas web, piensa en quién va a mantener el sitio web actualizado.
Si estuvieras abriendo un negocio, tendrías que pensar en qué personal vas a tener en la tienda, si venderás lo suficiente para pagarles y si alguna vez dormirás como lo hacías antes, con todo el trabajo que tendrás que hacer.
Mantener un sitio web actualizado es muy similar. Ya sea que estés creando un sitio para tu banda de música, un blog para contarle tus sueños, miedos y esperanzas al mundo, o tu sitio web de afiliado, ¿quién lo mantendrá actualizado?
Siempre suena fácil, pero el desafío de escribir todos los días o recordar actualizar el sitio web con nuevos eventos o incluso agregar y eliminar productos de una tienda online, pronto puede llevar, incluso a la persona más cuerda y tranquila, al borde de la locura.
El contenido de tu web
No es suficiente abrir una tienda, colocar los productos en los estantes una vez y luego nunca más reabastecerlos.
El stock en los estantes debe reponerse regularmente o la gente no tendrá nada que la motive a querer volver a visitarte.
Del mismo modo, a menos que el contenido de tu sitio web se renueve regularmente, no hay nada nuevo que haga que las personas quieran regresar a tu sitio.
No todos los sitios web necesitan actualizarse diariamente, como un sitio web de noticias, pero añadir nueva información, valiosa, de calidad, y entregada de forma regular, les da a tus visitantes una razón para querer continuar la relación contigo y regresar constantemente.
Ahora bien, tu plan de hosting y tu sitio web no son lo mismo. Tu plan de alojamiento web es la instalación que te brinda una ubicación en la que alojar tu sitio web. El sitio web en sí está compuesto por los archivos, bases de datos y páginas que conforman algo visible para los usuarios de Internet desde cada uno de sus dispositivos: Smartphones, Tablets, Notebooks, Desktops, TV's, etc.
Si te imaginas una tienda, generalmente piensas en un edificio con productos en su interior. Lo que estás viendo, sin embargo, son dos partes separadas: un edificio y la decoración/productos. Si sacas las decoraciones, los bastidores, los productos y todo lo demás, e incluso quitas el letrero del frente, el edificio todavía va a estar ahí.
El hosting es el edificio. Está vacío; simplemente te proporciona el espacio para que trabajes. Tu sitio web es todo lo que tu pongas dentro del edificio. Elimina tu sitio web, y la computadora en la que se alojó todavía existirá (y todavía se te cobrará por tu plan de alojamiento web, ya sea que lo estés usando o no).
¿Que es el cPanel?
Cada tienda necesita una oficina. Un lugar apartado, donde puedas sentarte y relajarte sin estar frente a los clientes. Es algún lugar donde puedes llevar toda la administración en segundo plano que necesita la tienda.
Para el plan de hosting, eso se llama «Panel de control» o Tablero de control. Pero no es el único panel de control que usarás. Para la administración de tu sitio web, si usas WordPress, eso se llama «Escritorio», y si quieres conocer y administrar las métricas del tráfico de tu sitio web, para saber que contenido los atrae más, y cual los atrae menos visitantes, eso es se llama «Google Analytics».
No son todos los que hay, ni los que usarás, de hecho, hay más, pero es un buen ejemplo de lo que es la «Administración de un negocio en la web». Entonces el cPanel es tu oficina.
En el caso de cPanel, tu panel de control es donde administras el alojamiento, configuras las contraseñas y cuentas de correo electrónico, y haces todas las cosas de back-end (administración) que están relacionadas con el alojamiento web, pero no específicamente con el sitio web.
Con la mayoría de las empresas de hosting, puedes ejecutar múltiples sitios bajo un panel de control, que es como tener una oficina central que haga la administración de una cadena de tiendas.
La seguridad, ante todo
Necesitas un candado y llaves para mantener tu oficina segura, para asegurarte de que nadie entre, o esté husmeando por zonas de tu negocio donde no debe, y para evitar en última instancia, que pueda causar un daño parcial o total a tu sitio web, y eso es lo que hace elnombre de usuario y la contraseña de tu panel de control, que tu proveedor te habrá proporcionado, después de pagar, cuando te registraste por primera vez.
¿Qué un ftp?
Las tiendas necesitan una forma de recibir existencias desde afuera hacia adentro y viceversa, por lo que, siempre que sea posible, tienen una rampa de carga o una puerta de servicio.
Esta rampa de carga o puerta de servicio, suele estar en la parte posterior, por lo que los clientes no ven el movimiento ni las entregas que se realizan y no pueden interferir con el proceso, ni tampoco ser molestados por ese proceso.
Bueno, el protocolo FTP te proporciona esa «rampa de carga» para tu sitio web. Cada vez que necesites actualizar el sitio de alguna manera, el protocolo FTP es la herramienta que necesitarás para hacerlo. Le dices qué archivos deseas que se entreguen, le dices dónde deseas que se entreguen y el protocolo FTP hace el resto.
Tu seguro (Back up)
Finalmente viene la parte que todos odian: la seguridad. A nadie le gusta pagar seguros, hasta que algo sale mal, y luego están realmente contentos de haber pagado y de tener un seguro, y hasta se lamentan en secreto, y desearían haber pagado un poco más para recibir una cobertura aún mejor.
Los propietarios de sitios web nos enfrentamos al mismo problema. Nadie quiere «pagar» (hacer) las copias de seguridad diarias, o incluso semanales o mensuales, y muchas personas eligen no hacerlas, pero luego su sitio web se cae, por causas propias o ajenas, y realmente lamentan no «haber pagado» (haber hecho) el servicio de copia de seguridad.
Así como sugeriría que cualquier negocio tenga un seguro contratado, recomiendo absolutamente que los propietarios de sitios web tengan un buen sistema de respaldo.
Conceptos erróneos del hosting
Aun a finales del año 2022, que es cuando estoy escribiendo esta publicación, la creación de sitios web y el alojamiento de sitios web son conceptos nuevos para la mayoría de las personas. Saber quién hace qué y quién es responsable de qué, no es del todo intuitivo.
Algunas cosas confunden a mucha gente. Los siguientes párrafos describen estas cosas para que no caigas en los mismos errores.
Soporte técnico
Las empresas de alojamiento web te ofrecerán soporte técnico de alguna manera. Algunas ofrecen soporte telefónico o una opción de chat en línea, mientras que otros solo ofrecen soporte a través de un correo electrónico o un sistema de tickets.
De cualquier manera, hay límites a lo que los proveedores de hosting pueden hacer por ti.
Como mencionaba varios párrafos más arriba, en los que hacía referencia a «Buscar proveedores de hosting adecuados», su responsabilidad es proporcionarte una computadora conectada a Internet para alojar tu sitio web.
En general, el servicio de soporte técnico trabajará junto a ti para determinar si, el problema es con tu sitio, o con el servicio de alojamiento web.
Si resulta ser tu sitio, o algún componente de tu sitio, el que está causando el problema, la mayoría de los proveedores te dirán que lo soluciones tú, que busques a alguien que te ayude a solucionarlo, o pueden ofrecerse a ayudarte a solucionarlo por un cargo adicional.
No sería razonable suponer que tu proveedor fuera un experto en cualquier lenguaje de programación, script o plugin de WordPress que hayas elegido usar y que esté causando un conflicto con tu sitio y que, además, tendrá el personal disponible para solucionar cada problema que encuentre con el sitio que estás creando.
Asegúrate de identificar de antemano otras formas de solucionar problemas que surjan con tu sitio para aquellas situaciones en las que tu host no pueda ayudarte. Saber a dónde acudir en una emergencia puede ser un gran consuelo en sí mismo.
Si deseas conocer cual es el mejor alojamiento web, basado en factores como:
El empresario y experto en SEO llamado
Matt Diggity,
puso a prueba a 30 empresas de web hosting y específicamente dejó de lado cualquier aspecto de marketing relacionado, ya que afirma (y coincido totalmente con él) que las empresas hacen un buen marketing de sí mismas, pero a veces, sus resultados (como verás) no se corresponden con sus afirmaciones.
Tener tu propio sitio web, es una excelente manera para que un afiliado comience su negocio, y hacerlo tiene varios beneficios importantes. En esta publicación desgloso cada beneficio para que puedas tomar una decisión informada:
Eres el propietario (y el responsable)
Cada vez que algo sale mal en casa, siempre busco a alguien más a quien culpar. ¡Mis hijos tienen la culpa de todo!
Lo mismo es cierto en internet. Cada vez que algo sale mal, siempre es culpa de otra persona. Nunca hago nada malo (...o al menos, no lo admito públicamente...).
¿Suena feo eso verdad? Y para peor, no me deja bien parado ni como padre, ni como empresario ni como adulto. El problema con esa actitud, sin embargo, es que tampoco me llevará a ninguna parte cuando algo salga mal con mi sitio web.
Lo que he aprendido, de la manera difícil, es que un sitio web es responsabilidad del propietario.
Ponemos mucho tiempo, trabajo, esfuerzo, voluntad, creatividad y dinero en la creación del sitio y, en última instancia, si sucede lo peor y lo perdemos todo, entonces somos los únicos que pueden rehacerlo. Y llevará mucho tiempo.
Debes asumir la responsabilidad de tu sitio y asegurarte de tener una buena copia de seguridad reciente de él en todo momento.
En caso de que el servidor explote, le caiga un meteorito, o tu proveedor quiebre, o algún adolescente sin nada mejor que hacer un viernes por la noche descubra que usaste la dificilísima y archi segura contraseña «123456» para acceder al panel de control de tu hosting web, y piratee y elimine todo rastro de tu sitio web, o peor, que el host sufra un ataque de ransomware de un lejano gobierno pseudo democrático, que impida todo acceso posible, bloqueando cada archivo del servidor, debes asegurarte de tener un plan de recuperación.
Gritarle a tu proveedor puede hacerte sentir bien y permitirte desahogarte, momentáneamente. Y si el problema es culpa del proveedor, podrías demandarlo, y tal vez tener éxito en los tribunales, pero ninguna de esas acciones te devolverá tu sitio al estado en el que estaba antes de desaparecer o de volverse inaccesible para siempre.
Un sitio web requiere simplemente demasiado de tu valioso tiempo y talento para que no hagas todo lo posible para asegurarte de que puedes recuperarlo cuando ocurra un desastre.
Vendiste tu alma (sin saberlo)
¿Leíste las aparentemente interminables páginas de los términos y condiciones de tu proveedor de hosting cuando te registraste, verdad?
Si tu respuesta fue «Sí», no te hubiera creído antes, y no te creo ahora.
Sin embargo, los términos y condiciones de los proveedores de hosting son una lectura interesante. Te sorprendería lo que dicen.
Los términos y condiciones de cada proveedor son ligeramente diferentes, pero aquí está la esencia general de todos ellos:
«Señor cliente:
Hemos definido mil y una cosas que podríamos clasificar como inaceptables de su parte, y si lo encontramos a usted haciendo cualquiera de ellas, lo más probable es que suspendamos su cuenta de inmediato y posiblemente incluso la eliminemos, sin previo aviso, ni indemnización de ningún tipo.
Y si te he visto, no me acuerdo».
...o algo así…
Sí, en serio, tu proveedor es como un propietario, pero no hay muchas leyes que definan y delimiten lo que un propietario puede y no puede hacer.
Esto significa que el proveedor puede, arbitrariamente si lo desea, cambiar las cerraduras en el momento en que estás leyendo esta publicación (si tuvieras un sitio web), y nunca más darte acceso a tus cosas, por casi cualquier razón que se le ocurra. Y cuando digo «cualquiera» me refiero a cualquiera.
Ahora bien, la mayoría de los proveedores de hosting no harán eso, pero generalmente se permitirán hacerlo si lo necesitan.
Las cosas que normalmente te meterán en problemas con tu proveedor son:
Phishing es un término informático que distingue a un conjunto de
técnicas que persiguen engañar a una víctima, ganándose su confianza ,
haciéndose pasar por una persona, empresa o servicio de confianza, para
manipularla y hacer que realice acciones que no debería realizar:
Fuente: Wikipedia
Si tu sitio fue suspendido, ponte en contacto con tu proveedor de inmediato.
Probablemente tendrás que convencerlo un poco de que tu sitio fue pirateado o que realmente no te diste cuenta de que lo que estabas haciendo estaba mal, pero la mayoría de las veces las empresas de hosting, al menos, te permitirán recopilar tus archivos antes de eliminar la cuenta.
Sin embargo, no te demores en ponerte en contacto con ellos, porque los retrasos pueden verse como una «prueba» de que sí sabías que estabas equivocado y que no vas a luchar para recuperar tus cosas.
Cuando «Ilimitado» significa (realmente) Limitado
Muchas empresas de hosting ofrecen planes «ilimitados» que parecen casi demasiado buenos para ser verdad. Recibes una cantidad «ilimitada» de espacio web y una cantidad «ilimitada» de ancho de banda para usar cada mes.
Sin embargo, ya sabes lo que dicen:
«Si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente, sea demasiado bueno para ser verdad»
Los servidores web funcionan en un sistema de «uso promedio». Saben que por cada sitio que tiene 10,000 visitantes al mes, hay 100 sitios que tienen solo 1 o 2 visitantes. Debido a esto, las empresas de alojamiento web juegan «el juego de las probabilidades».
Saben que, si bien un sitio en el servidor puede estar utilizando más de lo que se entiende cómo «su parte justa de espacio y ancho de banda» y no les es rentable tenerlos como clientes, hay docenas o incluso cientos, que han pagado, y siguen pagando, por el alojamiento de un sitio web, y están usando muy poco o incluso nada en absoluto de los recursos del servidor.
Sin embargo, hay límites para eso, y aunque algunos proveedores de hosting ofrecen planes genuinamente ilimitados, la mayoría tiene una pequeña cláusula en sus términos y condiciones que pone límites.
Busca algo como: «Cualquier sitio web que se encuentre utilizando cantidades excesivas de recursos del servidor se suspenderá de inmediato».
Hay más cosas involucradas en el alojamiento web, que solo espacio de disco y ancho de banda. El sitio está en un servidor, que es una computadora,
solo que
un poco más grande.
Cuando las personas visitan tu sitio, el servidor tiene que procesar, («pensar») un poco para entregar (servir) las páginas web que los visitantes desean ver. Eso se llama «tiempo de procesador» y «espacio en memoria». Y eso es costoso en términos económicos y de recursos físicos.
Entonces, lo que tu plan «ilimitado» en realidad te brinda, es espacio de almacenamiento ilimitado y asignación de ancho de banda ilimitado, pero una cantidad limitada de tiempo de procesador y uso de memoria.
Eso es como decir que puedes tener un número ilimitado de autos y un número ilimitado de espacios donde estacionarlos a todos, pero solo unos pocos litros de combustible para abastecer a todos ellos.
La mayoría de los sitios web nunca usarán suficientes recursos del servidor para que los límites se conviertan en un problema, pero si tu sitio tiene éxito, y te deseo que así sea...
...¡es posible que tu host te diga que necesitas actualizar los límites de tu plan «ilimitado»!...